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Ley "Perros Potencialmente Peligrosos (PPP)"



ETOLCANIN empresa que se dedica al Estudio y Modificación del Comportamiento en torno a la etologia aplicada del Canis Familiaris para lograr la Educación necesaria que permita al hombre y perro conciliar sus vidas, queremos unirnos al proyecto de IADCRO, desde aquí agradecerles la oportunidad de dar nuestra opinión y fomentar con nuestro apoyo el cambio o anulación de una ley que desde luego y para empezar contiene afirmaciones del todo inexactas como “Razas Potencialmente Peligrosas”,no solo a nivel lingüístico ,sino también a nivel Etológico ya que esa clasificación no se corresponde a la realidad. No existe las razas peligrosas, lo que existe son ejemplares de razas que por falta de una conducción adecuada, a todos los niveles, por parte de sus propietarios o cuidadores inician conductas del todo inapropiadas o agresivas.

Desde el ámbito profesional y habiendo trabajado durante años con todo tipo de razas ( en especial con las de carácter fuerte), si es cierto que podemos afirmar ciertas cosas como, que a día de hoy no se puede controlar quien cría y cómo, y de ahí que se hayan generado malos cruces y también malas genéticas, problemas conductuales o de determinados ejemplares en algunas de estas razas mal llamadas “Peligrosas” o razas “agresivas” y entre comillas porque a todo esto hay que añadirle también una mala socialización, mala educación, consentimiento excesivo y humanización del animal.

Pero ¿Son estas Razas según la Ley “potencialmente peligrosas” las únicas responsables de brotes de agresividad? De nuevo nuestra contestación es tajante, NO, Nuestra experiencia a lo largo del tiempo y en cada uno de nuestros trabajos y estudios de la conducta canina , que nuestro grupo Etolcanin ha tenido el gusto de trabajar, avala sin ninguna duda nuestra opinión.

Queremos dejar claro que esto también sucede en perros de razas pequeñas, medianas y grandes no estando catalogadas como “potencialmente peligrosas”, pero es lógico que entre otro tipo de razas como el “Yorkshire Terrier”, “Pincher Miniatura” o el “Beagle” los daños sean menores debido a sus facciones, pero también pueden llegar a ser altamente peligrosos en compañía de los mas pequeños.


Pero tan mal está que te muerda un perro pequeño como uno grande, los dos pueden llegar a tener el mismo problema conductual.

En cuanto a las razas “potencialmente peligrosas” si hay que tener claro que genéticamente, constan de un temperamento y un temple (factores que forman el carácter de un animal, además del la maduración instintiva) mas duro y que necesitan guías o propietarios con una energía, autoridad y calma acentuada, además de un asesoramiento adecuado para la conducción del animal. Pero esto no les confiere una clasificación de Peligrosos.

Con demasiada frecuencia nos encontramos con dueños, que no tiene la capacidad Física-Psíquica ni el carácter adecuado para inculcar las normas básicas de convivencia, de jerarquía entre perro y dueño, fundamentales para su equilibrio psíquico. También es importante mencionar que son perros con mucha energía y un potencial físico excelente lo que les confiere un cuerpo que necesita hacer un abundante ejercicio, ya que si el perro no descarga su energía, es normal que degenere en un desequilibrio que pueda dar lugar a un problema conductual o agresivo.


La energía se acumula y después, se convierte en una bomba de relojería.

La raza, y los ejemplares entre ella, deberían ser elegidos en función de la personalidad, carácter, energía, ritmo de vida, tiempo a poder dedicarles, ya que no necesita desgastar la misma energía un Caniche que un Pit Bull, y no por su función estética; cada raza en particular tiene unas características y unas necesidades y si no se satisfacen, termina siempre generando problemas.

Es fundamental la consulta con los profesionales a la hora de la elaboración de ciertos criterios para no tener que lamentar leyes obsoletas, y que lo único que engordan son falsas creencias y aversiones hacia ciertas razas que no tienen la culpa de estar formadas por ciertos ejemplares mal atendidos, educados y socializados por su propietarios.


El perro es sólo y exclusivamente lo que el dueño hace de el, y si el perro falla en algo, lo que el propietario debería preguntarse es:” ¿en que he fallado yo con mi perro?”.

El Ejemplar no es culpable de pertenecer a su raza, el propietario si lo es de educarla equivocadamente.