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Ansiedad por Separación

La ansiedad por separación es un problema conductual muy extendido entre nuestras mascotas hoy en día, se podría decir que casi el 25% de los perros sufren este tipo de problema.
La vida ajetreada de los propietarios, los pocos momentos de ocio y tiempo compartido con nuestras mascotas, la falta de ejercicio, además de la sobreprotección temprana y la equivoca humanización del perro forman la columna vertebral de esta.

¿Por qué aparece?
El desencadénate de este trastorno del comportamiento no esta muy claro, podríamos decir que la dependencia perro-propietario, las salidas irregulares en algunos casos (cenas de trabajo, salidas nocturnas...) o la regularidad de las mismas (trabajo ,colegios....) unidas a una falta total o insuficiente de ejercicio físico y psicológico estimula la aparición del trastorno.

Evidencias o Estímulos
La actividad ansiolítica comienza cuando el perro recibe la primeras señales, estímulos externos de que se va a quedar solo o que va ha ocurrir la separación. Para ellos es fácil identificar estas señales ya que por lo general y como buenos animales de costumbres que somos, nos mecanizamos a la hora de establecer nuestro ritmo de vida diario (desayunar, coger la llaves o la cartera, vestirnos, ir al aseo, bajar la basura,.....) son hitos identificativos y activantes de la ansiedad.

Signos de la Ansiedad
Destrucción de muebles, vocalización (ladridos y aullidos), eliminación (micción y defecación), excavación en jardines y macetas...etc.

Como Tratarla


  1. En el tratamiento de la ansiedad por separación se establecen varios frentes, que luchando conjuntamente, aumenta la posibilidad de éxito.

  2. Como en todos lo tratamientos de la conducta la paciencia y la especial atención y dedicación fomentara la rehabilitación en el menor tiempo posible.

  3. Es fundamental desacondicionar al animal de todas y cada una de aquellas tareas de preparación que realizamos antes de marcharnos de casa y que inconscientemente realizamos por mecánica.

  4. Desde que nos levantamos hasta nuestra marcha al trabajo o durante los primeros 20 minutos, no interactuaremos con animal de ninguna forma (no miarle, no tocarle, no hablarle), posteriormente y antes de la salida, le facilitaremos al animal algún juguete de tipo interactivo (bola con galletitas, Kong, masticables....etc).

  5. Fomentaremos el ejercicio y el juego diario, aumentaremos las salidas, y recortaremos los tiempos.

  6. Al llegar a casa actuaremos de la misma forma para saludar al animal como cuando nos hemos ido (no le hablaremos, no le miraremos, ni le tocaremos), pasados 15 minutos y si esta tranquilo, lo llamaremos y lo saludaremos.

  7. Debemos hacer entender a nuestra mascota que el echo de arreglarnos no significa “separación”: para ello comenzaremos cogiendo poco a poco y por separado todo aquello que produzca ansiedad en animal –bolsos, carteras, llaves, abrigos, sombreros, etc...- (lo cogemos, lo transportamos, y lo soltamos) ¡¡no saldremos de casa!!

  8. Dando tiempo a los aspectos anteriores y cuando se note en el animal un aumento de la tranquilidad comenzaremos con ejercicios de obediencia, enseñándole al perro a permanecer quieto en alguna zonas de casa que prefijemos. El binomio premio-corrección funciona muy bien.

  9. Iremos intercalando los ejercicios de permanencia bajo orden con pequeñas salidas que comenzaremos de menos a más, posteriormente.

La paciencia, perseverancia y metodología serán nuestros mejores aliados

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