EL CARACTER DE NUESTRO PERRO (2ª Parte)

El Carácter de Nuestro Perro (2ª Parte)


Después de haber aclarado de forma general las diferentes conductas que puede tener un perro, miraremos hacia los problemas, que derivados de una toma de contacto e integración en nuestra manada, nos puede dar nuestro nuevo amigo/a.

En un principio aclarar que en una relación Perro-Humano, existen las mismas reglas que en una Perro-Perro.

Bajo ningún concepto podemos pensar que nuestra nueva mascota es otra cosa que eso, una mascota. Como tal, la relación en manada (ya que perro-hombre, forman eso, una manada) debe estar en todo momento dirigida y jerarquizada por el componente Humano, para que la convivencia se disfrute y no traiga problemas mas adelante.

Entre los problemas que podemos encontrarnos, si los propietarios, como responsables absolutos del comportamiento de nuestros perros, no dominan la situación y la convivencia , pueden ser:

>Falta de control:

1. No reacciona cuando lo llamamos.
2. No controlamos el paseo. (tira de la correa, se cruza ,etc.)
3. Problemas de conducta. (ladrido, monta, etc.)

>Dominancia:

1. Imposibilidad de interactuar con sus juguetes.
2. Problemas al darle de comer. (gruñe, muerde, etc.)
3. Posesión de sitios de descanso. (sofá, cama, etc.)

En la mayoría de ocasiones (el 95%) las incidencias que se crean en la convivencia con la mascota son derivadas de: la falta de responsabilidad, de actitud, falta de experiencia en el trato y condiciones especificas , así como características que hay que tener para el cuidado de ciertas razas, las mas fuertes de carácter.

Resumiendo, hay varios tipos de propietarios/guía y condiciones o características que forman parte de su carácter y por consiguiente, directamente de la energía que aflora de ellos:

1. Apático: desmotivado, monótono, incapaz de jugar con el perro de forma enérgica, alegre y variada. El animal se cansa, y aprende que lo que el guía le aporta, no es merecedor de ser seguido.

2. Miedoso: acomplejado, débil física y psíquicamente; el animal percibe el miedo de su propietario, no lo toma como igual y menos como líder, pudiendo ser amenazado por el perro en alguna ocasión por llevarle la contraria.

3. Blando: sensiblón y meloso. En principito este comportamiento puede dar confianza al perro, pero finalmente crea un falso sometimiento a su propietario.

4. Duro: brusco y seco. No se relaciona con el perro, no lo conduce, tira de el; cuando se relaciona con el lo hace mediante gritos, chillos y correcciones negativas. No conecta con el y rompe la relación.

5. Flojo: premia y castiga fuera del momento, e incluso contradiciéndose en ocasiones; desacondiciona al perro, creando un perro inseguro.

6. Hiperactivo: demasiado entusiasta, sobre excita al animal con caricias, juego y carreras. No presta atención al comportamiento de su mascota y no aprecia cual es la mejor forma de relacionarse con su compañero, además de no saber llevar a su perro a la calma que tanto necesita, bloqueándolo en ocasiones.

Teniendo en cuenta lo expuesto arriba, cada propietario debe hacer un personal examen de conciencia y clasificarse en alguno de los casos anteriores, para si poder empezar a redirigir la convivencia, corregir conductas, y coger las riendas y proclamarse el “ALFA” de su pequeña manada, sus mascotas se lo agradecerán, con una actitud mas afable, equilibrada, y seguidora.